Nuestra naturaleza no la va a cambiar ni la filosofía de bar de turno ni ninguna ideología utópica que proclame trascender la condición humana. A los hombres nos gusta las mujeres y a las mujeres os gusta gustar a los hombres. Los hombres porque como mínimo buscamos sexo y las mujeres porque queréis tener un abanico de posibilidades entre el cual elegir lo que os guste. Y la naturaleza ha desarrollado nuestros cuerpos, emociones y mentes de esa manera, no hay nada que hacerlo. Y si lo ha hecho es porque evolutivamente, según la teoría de Darwin, este método es el ideal para la supervivencia de la especie. El que vaya en contra de esto simplemente se extingue, es un pozo evolutivo. Así que sí, las mujeres tenéis que estar guapas para gustarnos, para que os vayamos detrás, para mantenernos junto a vosotras y que no nos vayamos con otras, forma parte de vuestra supervivencia instintiva. Y el hombre quiere que estéis buenas, que seáis atractivas, y que nos pongáis a mil, porque la naturaleza nos ha hecho de esa forma para multiplicarnos mucho (mucho no, que luego vosotras decidís quién se multiplica y quien se divide en la indiferencia). Así que es un instinto natural y sano, y a mi me gusta que estés guapa, y a ti te gusta que me gustes, y sí también yo quiero estar guapo, o aprender a estarlo, que no tengo mucho hábito y ya va siendo hora, tanta vida metida dentro de un ordenador casi que se me escapa la de afuera, como en la película «Ready Player One».