Últimamente estoy comiendo poco. Ayer aún comía algo normal, pero los tres días anteriores pasé algo de hambre, pero me acostumbre y fue fácil. Además me está pasando que cuanto más me acostumbro a aguantar sin comer mucho, más aguanto a estar sin fumar. Es como si la voluntad se reforzase.
Fritos aún tomo, que los huevos fritos, o cuadrados de pollo frito con patatas bien que los tomo a veces. Pero no es exagerado como antes. Aún recurso cuando desayunaba, hacía comida 1, comida 2, merienda, cena 1 y cena 2. Era brutal, no sé cómo podía comer tanto, aparte de que era un desperdicio de dinero en comida. Ahora se puede comer menos comida y con más calidad y a menor precio.
Mentalizarse es la clave, y tomárselo como un estado natural y definitivo, un estilo de vida precisamente para toda la vida.
Te cuesta más trabajo moverte, me pasa también a mi. Se va como arrastrando al resto del cuerpo, y no. Hay que empujar con el cuerpo desde el pecho y desde el centro, irguiendo el cuello. Eso de ir arrastras deforma la forma de caminar, la espalda, la cadera, y psicológicamente te acostumbra a ese peso.
La ropa ahora me queda algo floja, pero todavía no llego a la talla 46, estoy en la 48 aún. Tengo que bajar 8 kg para recuperar bien la 46. Y sí, la talla de pantalón es un indicador irrefutable del progreso en el peso. Aún recuerdo cuando compraba la 44 y me quedaba de película, no sé si esos tiempos volverán. No creo que vuelva a la talla L jamás, me quedaré en la XL, ahora la XL me queda ajustada y la 2XL me queda floja, estoy en el medio. Es una satisfacción enorme cambiar de talla. Ahora, eso sí, la barriga algo bajará, pero no me la quita nadie. Los errores del pasado comiendo grasa se pagan ahora con un remanente de panza para toda la vida. Eso además de la barriga hinchada por comer tanta cantidad de comida e ingerir tanta cantidad de líquido, que estiraron y ensancharon el estómago. Errores del la ignorancia, como siempre.