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Jason AldreySuperadministrador
10. SALTARSE LA EDUCACIÓN
[Este es el típico maleducado que usa a la propia educación para ofender a los demás]
«¡Mamá! Ese señor se atragantaba y escupió la comida. Es un grosero y maleducado. Es malo».
No siempre hay que ser educado y formal. Hay personas que utilizan la educación y los buenos modales para agredir emocionalmente y humillar socialmente. En estos casos la educación sobra. Es típico de personas que desprecian, que minusvaloran a los demás con sus insinuaciones y burlas, difamando personas, familias, y afectando a sus vidas privadas. La intencionalidad de estas personas es absolutamente ruin y no se debe tener piedad con ellas. Más aun teniendo en cuenta que acostumbran a fingir arrepentimiento para después traicionar por la espalda. Nada de buenos modales con esta gente, directamente justicia social. Nosotros podemos hacerles lo mismo y otras cosas más con ellos.
Siempre están los típicos graciosillos y graciosillas que están burlándose y haciendo insinuaciones. A veces no nos damos cuenta y no les damos importancia. Pero esas bromas son la cima del iceberg. Con anterioridad a eso hacen comentarios sobre defectos nuestros, reales o inventados. Y cuando los demás saben de qué va el tema, se burlan de ti, o bien piensas que es una broma de mal gusto, o bien que nadie sabe a qué se está refiriendo. Pero el graciosillo queda como un campeón delante de su grupo, informados del asunto, que ven cómo te lo restriega por la cara y que tonto de ti no haces nada. Humillándote socialmente no sólo él, sino todos los que disfrutan con la burla a tus espaldas. Eso sí, todo con la máxima educación.
Pero la cosa es que, aunque formalmente sea una forma educada, internamente es un desagravio y una vulgar vileza, emocional y social, de lo peor. Y ante estas situaciones hay que intervenir inmediatamente. Normalmente no da tiempo a pensar el asunto y resolverlo de forma adecuada. No queda más remedio que romper con las formas y defenderse airadamente. Mejor eso que salir menguado y el graciosillo reforzado. Quedamos como maleducados formales, pero interiormente estamos legitimados por la justicia, la razón y el corazón, así que emocional y socialmente, es de buena educación y categoría hacer respetar el honor propio y el de los tuyos. Y la buena gente siempre entiende eso, la mala no.
Estarán los aliados maliciosos del graciosillo, probablemente cómplices, que te criticarán de maleducado por romper las formas. Intentando desacreditarte y sumar a otras personas que nada tuvieron que ver, para que se pongan en tu contra lavándoles el cerebro. Lo que buscan es venganza injusta, no justicia social. Porque los agresores, “educados”, difamando e insultando “a lo fino”, son ellos. El que hace la primera ofensa es el responsable de todas las consecuencias que sucedan después, aunque sean violencia. Porque sin la ofensa inicial, nada habría sucedido, y mucho menos las agresiones. Y en ocasiones las ofensas son tan graves y el daño producido a nuestras vidas y a la sociedad tan descomunal, que la única respuesta racional es la de una declaración de guerra aún entre naciones.
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