- Este debate tiene 0 respuestas, 1 mensaje y ha sido actualizado por última vez el hace 4 semanas por .
Viendo 1 entrada (de un total de 1)
Viendo 1 entrada (de un total de 1)
Inicio › Foros › LITERATURA Y ENSAYO › BIOGRAFÍA DE JASON › 11. Habeas Corpus
HABEAS CORPUS
Entonces vino un policía a amenazarme. Yo sabía que las personas que amenazan hacen daño con la mirada para intimidarte, así que cerré los ojos todo el rato, sin haberme fijado realmente en su cara. Y el policía a decirme: «¡Mírame a la cara!». Y yo le dije: «¿Por qué? ¿Tan guapo eres?», lo cual hizo reír al resto de los policías, no sé por qué. Bueno, sí sé por qué, porque les hizo gracia. Probablemente era un policía más bien tirando a patito feo. Escribieron mi denuncia y dijeron que me iban a dejar libre con una falta leve. Pero yo no quería eso. Dichosa democracia en la que te tratan bien. Fuera, en la calle o en casa podía estar en peligro. Estaba realmente paranoico. Así que les dije: «Los cristales que rompí superan el límite económico para ser considerado delito y no falta leve. No podéis dejarme libre». Los policías se dieron cuenta de que era cierto, y fueron a redactar de nuevo el papel de la denuncia. Pero a los veinticinco minutos escasos vinieron de nuevo para dejarme otra vez libre. Yo no sabía cómo funcionaba eso. No tenía mucha idea. Entonces me acordé del Habeas Corpus para que me llevasen junto al juez y explicarle lo que me pasaba, que tenía miedo de que alguien me iba a hacer daño. Así que con muy mal rollo por mi parte, porque les estropeé la apacible noche a los policías, dije: «Hábeas Corpus». Y los policías se cabrearon de verdad conmigo. Porque me tenían que llevar junto al juez de guardia.