11. SEDUCCIÓN

[Esta es una persona que confunde una utopía con la realidad práctica de cada día]

«No tengo que cambiar nada. La mujer que me quiera me tiene que querer así. Con mis granos, sudor, ropa sucia, mal aliento, cuerpo débil, sin un euro, ni trabajo, ni casa, ni coche, ni estudios, ni conversación. El amor puede con todo. Eso sí, yo quiero que sea una top model, inteligente, millonaria y buena».

Cuando dos personas sienten interés mutuo, tienen que cualificarse ante el otro, para demostrar su valía. Es un proceso donde se ponen a prueba las características, cualidades y valores que aportan como personas. Su físico, sus sentimientos, su inteligencia, sus principios, el estatus social, proyectos, y todo lo que puedan aportar a la relación y vida en común tiene importancia. Por eso, quien no tiene valía, encuentra difícil conseguir una buena pareja.

Más inteligente es la actitud de desarrollar el físico, la sensibilidad, el intelecto, la ética, una profesión, metas, posesiones y riquezas que aportar a la relación, y convertirse en alguien de valor antes que buscar pareja definitiva. De este modo garantizas poder escoger a alguien especial que también ofrezca valía a la relación. Por eso la actitud es tan importante, porque desde el momento en que decides recorrer el desarrollo personal y sano de generar valor a tu alrededor, estás desarrollando también tu valía y alcanzando metas. La vida es una competición en la que hay que premiar los logros y estimular a la otra persona a dar lo mejor de sí. Eres un premio, y te tienen que ganar, descartando definitivamente del mapa a personas que te hacen daño o no te aportan nada.