117. ARMAS

[Esto pensaría yo hace quince años, cuando creía que toda la gente era buena y bienintencionada]

«¡Por Dios! ¡Esto es ilegal! ¡Es criminal! Corrompe la mente de la gente buena e inocente, que se van a convertir en unos depravados hacedores de justicia de esos que defienden sus derechos y ponen denuncias, como Superman y Batman. ¡Este libro hay que censurarlo!».

Hay muchas clases de armas legales, dependiendo del país, de las circunstancias y de la petición de permisos de armas para protección personal. Podemos contratar servicios de seguridad, usar protecciones bajo la ropa, vehículos reforzados o blindados, propios o alquilados. Cualquiera puede llevar armas. Las navajas de hoja de menos de 9 centímetro son legales en nuestro país. Si nos detienen las fuerzas del orden nos la pueden incautar, pero no nos pueden detener ni poner denuncia. Así que es una alternativa interesante para llevar siempre en el bolsillo o en el bolso. Objetos tan simples como un bolígrafo metálico nos puede servir de arma como punzón. Llevar un bate de béisbol en el coche puede hacer que nos lo quite la Guardia Civil si nos para en la carretera. Llevar al lado el guante de béisbol y un par de pelotas funciona de excusa perfecta para justificar llevar el bate para defendernos en caso de necesidad. Las personas desarmadas e indefensas son víctimas perfectas, que hasta invitan al abuso y a la agresión. Pero si vas armado, o saben que vas armado, te puedes defender, y puedes disuadirlos. Muchos ancianos que salen a la calle a pasear van armados con una navaja, porque hay ladrones que roban a las personas mayores. Un anciano que conocí iba a ser asaltado por un ladrón, pero sacó su navaja y el ladrón reculó y se marchó, en el barrio de Elviña. No hace falta usar la violencia. El mero hecho de estar armado ya es un disuasivo suficiente. La amenaza armada. Pero hay que estar dispuesto a usarlas y saber hacerlo, porque puede que no lo cuentes o que pierdas algo o a alguien valioso. Por eso te tienes que saber defender.

Es también importante conocer las leyes básicas que afectan a las armas y al uso de la violencia, para en caso de necesidad, saber valorar si usar la defensa propia compensa a terminar malherido o muerto.