12. MAGUEO

[Persona cobarde que no sabe enfrentarse a los demás para proteger su territorio y defender lo suyo]

«Me saboteó y consiguió mi chica y mi trabajo. En fin, la vida es así. Por lo menos soy buena persona y voy a ir al cielo».

El magueo consiste en sabotear los intentos de los demás por alcanzar las cosas que nosotros queremos. Por ejemplo, una pareja, poniendo en evidencia al rival en sus carencias en las cuales nosotros somos virtuosos, evidenciando y burlándonos elegantemente de sus defectos, minusvalorando sus virtudes, delatando o tergiversando sus intenciones, etcétera. Puede ser una simple burla, chiste o gracia simpática que destruye la imagen y el estatus del rival. O algo tan directo como ocultar información o falsearla para desorientarlo, estropearle las emociones y sensaciones con malas noticias, generando inseguridades o un ambiente de duda. Para saber si tenemos que maguear a alguien tenemos que evaluar: “¿Qué tenemos que ganar? ¿Qué tenemos que perder? ¿Me aporta algo como persona o es mi rival? ¿Me importan las consecuencias sociales? ¿Es legal? ¿Qué me está quitando?”. Y en base a las respuestas a estas preguntas tomar la decisión de maguearlo o no. Pensaba yo que la gente espiritual no hacía estas cosas, pero cuando estuve entre religiosos de varias iglesias y me dieron golpes y palizas de magueo social por todos los lados, me di cuenta de que el magueo es perfectamente válido, aunque hay que ser discreto. Es una forma de competir por lo que quieres, una guerra social para lograr cosas deseables que todos quieren alcanzar. Tenemos tanto derecho a conseguirlas como los demás, el límite son nuestros principios y valores personales.