BUBU

Allí me informaron de que uno de los trabajadores, un chico de Gambia muy simpático y querido por todos, Bubu, se estaba acostando con unas siete u ocho alumnas de la escuela. Los responsables del centro le dijeron que tenía que irse. Es normal, incluso en las escuelas privadas los chicos y chicas tienen sus aventuras. Un día, una de esas chicas se me insinuó. Debía de tener unos dieciséis o diecisiete años. A mí me hizo gracia, era bonita. Seguí caminando haciéndome el despistado, y otro alumno que se diera cuenta de la jugada me saludó como si me conociera de algo, y yo lo saludé, disimulando que no la había visto a ella. Lo que me faltaba era liarme con jovencitas y arriesgar el trabajo de mi padre. Mi padre iba mayor y ya no iba a encontrar trabajo en muchos sitios, y tenía pensado dejarlo situado, recuperado, y con trabajo antes de volver a Galicia. Ardingly College me parecía un estupendo lugar en el que mi padre se podía retirar. Así que si terminaba encontrando novia por Inglaterra, no sería con una alumna, a pesar de que cada vez me sentía mejor, con más fuerzas para mantener una relación.