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Jason AldreySuperadministrador
3. LÍDERES
[Persona rodeada de mala gente, que la minusvaloran y no la aprecian, generándole inseguridades. Probablemente persona dominada por pareja, familiares, amistades, conocidos o superiores]
«No puedo liderar nada. Nadie me hace caso. Ni yo».
Lideramos nuestras vidas, siempre. Somos nosotros los que la dirigimos, no permitimos que nadie nos dirija. Somos líderes natos asumiendo la responsabilidad de nuestros actos, de nuestras circunstancias, de todo lo que nos rodea. Somos motor del cambio. Si obedecemos es porque queremos. Nos reprogramamos a nosotros mismos y borramos toda la programación social que nos inculcaron desde que nacemos. Nos rehacemos desde cero. Incorporamos los mejores ingredientes de los mejores modelos de la sociedad y los implementamos en nuestras rutinas diarias. No queremos ser fans del resultado de otros. Queremos asimilar el proceso que los condujo a donde están para llegar también nosotros, porque somos fans de nosotros.
Y tratarán de hacernos obedecer a la fuerza. Y vendrá alguien a decirnos que tenemos que hacer algo, o que no podemos hacer algo, y se indignará visiblemente delante de nosotros por cómo nos atrevemos y osamos llevarle la contraria para incomodarnos, como si tuviese autoridad sobre el albedrío de nuestras vidas, anulándonos como personas, usurpando una figura paternalista o maternalista para dominarnos. Pero si lo que hacemos es ético y legal seguimos adelante con mayor resolución, furia, vehemencia y legitimidad moral. Porque intentan manipularnos afectivamente, psicológicamente, verbalmente y con gestos no verbales, con emociones, con malas miradas, con amenazas veladas, con desprecios. Somos nosotros los que los despreciamos a todos ellos, porque somos los propietarios de nuestra vida. Y vamos a alcanzar lo que queremos caiga quien caiga y le pese a quien le pese, del modo que queremos. Y los que nos agreden sutilmente y ponen al entorno en contra de nosotros, a esos, les vamos a hacer morder el polvo porque son nuestros mayores rivales. Pero nosotros somos su peor pesadilla, por atreverse a interponerse en nuestro legítimo camino. Si estamos en nuestro correcto camino y se interponen, que se aparten, están en el lugar equivocado.
Quien te reclama obediencia está destruyendo tu albedrío y esclavizándote. O tienes albedrío o te obligan a obedecer, las dos cosas al mismo tiempo no pueden ser. La obediencia es voluntaria después de una reflexión sobre los beneficios e inconvenientes de la misma, de la confianza que tengamos en ese instante concreto en la otra persona, y las circunstancias externas, evaluando las pruebas disponibles y los pros y los contras. Nuestra obediencia nunca está garantizada, y la gente tiene que entender y estar acostumbrada a esta realidad.
Si alguien intenta persuadirnos, convencernos, de que hagamos algo que él dice, o que él dice que dice alguien o que está escrito en algún lugar, eso es manipulación. Nadie nos tiene que animar a tomar nuestras decisiones. Es una intervención manipuladora. Las decisiones deben tomarse en total libertad, en ausencia de influencias, insistencias, presiones y condicionamientos intencionados. En esos casos, si decidimos hacer lo que nos conviene, bien está. Y si decidimos obedecer a alguien, bien está también. Porque fue una decisión libre en la que se respetó nuestro albedrío.
Pero cuando nos condicionan intencionadamente, podemos estar seguros de que esa persona está manipulando por completo nuestra vida y voluntad, y que nos está utilizando socialmente para sus fines personales privados y su prestigio propio. Por mucho que diga que son metas de equipo, comunitarias, de la nación, morales, espirituales, o de cualquier otro tipo, es falso, es sometimiento. La persuasión genera condicionamiento intencionado, para esclavizarnos. Y eso es injusto dominio y no libertad. Si tuviesen intenciones honestas no necesitaban engañarnos ni presionarnos. Nos presionan para que no tengamos tiempo ni medios para evaluar la situación y hacer lo que realmente nos conviene a nosotros, sino para que nuestras capacidades sean limitadas y actuemos manipuladoramente a favor de sus intereses.
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