4. COMPORTAMIENTO ORGANIZATIVO

[Típica persona vividora que no le gusta pensar y que cree que lo único que hace falta es trabajar sin planificar. Potencialmente irresponsable]

«¡Bueno! Nos ponemos cien personas a colocar ladrillos y malo será que no aparezca una casa. Ni arquitecto ni nada, el destino proveerá».

Somos autosuficientes y gestionamos nuestro tiempo, responsabilidades, redes sociales, pareja, familia y metas. Perseveramos en las cosas que emprendemos, nos dirigimos nosotros mismos o mediante nuestros afines, con los estemos sanamente alineados e integrados con todos nuestros derechos vigentes, y no dejamos que las rutinas nos acomoden. Generamos organización a nuestro alrededor.

Por eso estudiamos el comportamiento organizativo y funcionamiento empresarial. Porque, aunque las organizaciones a las que pertenecemos –en la mayoría de las ocasiones ni siquiera es una organización-, nuestras relaciones y forma de comportarnos y operar en ellas, y con nuestra familia, sí que es organizado.

A fin de cuentas, la familia y las organizaciones son la escuela de la vida, para la actividad profesional, humana, artística, deportiva, emocional, sentimental, intelectual, trascendental, y para participar en asociaciones, administraciones, empresas y en las estructuras de la sociedad.

Necesitamos un comportamiento organizativo para funcionar adecuadamente. Pero es una estructura dinámica, en gran parte horizontal, matricial y vertical. Esto es, dentro de una organización ninguna familia puede sobreponerse sobre a otra si no es por su propia voluntad. Ningún individuo puede sobreponerse sobre el otro por la fuerza. Y los proyectos y planes se llevan a cabo por todos según diferentes responsabilidades debidamente aceptadas.

La idea es disponer de personas responsables, que formen familias responsables o que se estructuren una organización responsable, que articule alianzas responsables. La estructura parte de la calidad de la base, de los cimentos: el individuo. Por lo tanto, todo se centra en la formación y cualificación de las personas, de su capacidad de liderazgo y de su adiestramiento. Es la base la que sostiene la estructura social del clan, sin ella, las personas más cualificadas y capaces carecen del apoyo necesario para ejercer sus funcionalidades superiores.

Si se impusiera una estructura social desde arriba, mediante jerarquía, su limitación de personas, tiempo y recursos cualificados impedirían que la ayuda y formación llegase a la base de la pirámide social. Por eso se invierte la situación.

Formamos personas que capacitan y forman a personas. Y las propias personas adquieren el compromiso de desarrollarse ellas mismas. De este modo cada uno es un motor que vela por su desarrollo. Y su desarrollo arrastra a su familia a un progreso, y su familia multiplica su estructura en las personas genera una organización social, capaz y articulada, con una estructura fundamentada básicamente en la horizontalidad, aunque haya aspectos piramidales e inversamente piramidales, independiente en criterio y decisión. Centros de planes diferentes en cada clan, un centro por persona, varios planes por persona, simetrías y cooperaciones entre todos ellos optimizando los recursos. Cooperando en cuestiones comunes, y apoyándose en los que no lo son. La red social de un clan es un sistema educativo para los individuos o familias en autodesarrollo que pone de relieve que el comportamiento organizativo, es el catalizador que facilita y potencia el progreso individual, organizativo y social. Uno al servicio de todos y todos al servicio de uno, eso es lo justo. Los que no lo acepten, tanto los miembros de arriba, como los de abajo, como los laterales, deben quedarse fuera de la organización.