DIAGNÓSTICO ERRÓNEO

Vino mi primo Domingo y le conté nervioso lo que me pasaba, que llevaba encerrado cosa de un año en casa sin salir de lo mal que estaba. Enseguida vinieron mis tíos y me dijeron que eso ya pasara más veces en la familia, que era normal, pero que tenía que ir a un médico. Llevaba demasiado tiempo solo. Me pidieron cita para un doctor privado, el mejor de A Coruña según ellos, pero todavía faltaban unas semanas para que pudiese atenderme por la lista de espera de clientes que tenía, así que mientras tanto fui a uno de urgencia que me atendiese rápido.

Me llevaron a un médico retirado que fuera el mejor en sus tiempos y que todavía ejercía, y me diagnosticó erróneamente esquizofrenia. Y yo todo sorprendido, porque no escuchaba voces ni nada de eso. Me dio una medicación y mis tíos decidieron que fuese a vivir con ellos, así podrían atenderme sin tener que viajar del barrio de la Sagrada Familia al de Os Castros todos los días. Empecé a tomar la medicación y me dio reacción, me paralizaba el sistema nervioso. En todo el año que estuviera solo, jamás me pasara eso, y tomo esa medicación y quedo paralizado y no puedo ni llevar el tenedor a la boca al comer. Mi tío piensa que soy yo, que no es la medicina. Que se la dieran a él a ver qué le pasaba. Llamamos al otro médico por teléfono y nos dice que interrumpamos el tratamiento inmediatamente, que me diagnosticaron mal y la medicación me estaba dañando. Y yo pensando, ¡uf!, menos mal. Con lo bien que estaba yo con mi depresión, y quieren acabar conmigo con la medicación.