49. ACTITUD

[Esta actitud es muy común y la padecemos a diario. Es la de una persona puramente egoísta y ególatra]

«Yo no hago nada por nadie, nadie hace nada por mí. Es más, a ver si os perjudico un poco para que seáis menos que yo».

Imaginemos que somos inmortales. Dedicaríamos nuestro tiempo a mejorarlo todo, para disfrutar de cosas mejores. No tendríamos que arriesgar la vida sino correr riesgos, aprovechar el tiempo de trabajo, de disfrute de lo alcanzado, de las personas que amamos y apreciamos, que al fin y al cabo es la finalidad de la vida. Siendo inmortales se planifica toda la eternidad. Responsabilizándonos por todo. Terminaríamos conociendo a todas las personas en nuestra larga vida, estableciendo relaciones con ellos, reforzando nuestros vínculos y solventando las diferencias que pudieran surgir –si es que hay algo que se pueda resolver-. Nos importarían todos –en principio-. También nos importarían sus vidas, la satisfacción en sus experiencias, y sus posesiones y el buen estado de estas. Responsabilidad infinita, distribución de los planes de acción mediante influencia, y en casos de conflicto resolución mediante acuerdo o dominio. Dominio para el caso de oposición, directa o velada.

Es la actitud de eternidad, de que nuestras ofensas van a ser recordadas para siempre, de que somos responsables por todo y todos, lo que cambia nuestra mentalidad. No hay dónde escapar, no hay dónde ocultarse. Todos sabremos todo de todos. Y las personas honestas testimoniarán en contra de las deshonestas, y las vamos a marginar en un rincón putrefacto del universo. Por eso la honestidad es el único comportamiento autoconsistente en el tiempo. La integridad. Porque el ajusticiamiento social acabará con todos los que se dedican a defraudar personas que tienen intención de cooperar. Porque esa es otra parte de la actitud, la justiciera social, además de la demandadora de justicia legal. De hecho, la justicia social con frecuencia se usa para que los deshonestos se enfurezcan y lleven las cosas a más, y cometan un delito. Y de ese modo poderlos denunciar en los tribunales.