52. EGOÍSMO SANO

[Persona avara que no se fía de nadie. Lo curioso es que acostumbra a mentir cuando dice que va a corresponder cuando le damos algo]

«No, no. Si tú no me das algo primero yo no te doy nada. Te juro que luego te ayudo a solucionarte todos los problemas que tengas el resto de tu vida. Palabra de amigo».

Está el egoísmo primitivo y avaro, acaparador de todo. Y está el egoísmo sano, que consiste en dar, ofrecer y aportar para recibir beneficios a cambio, generar valor añadido para recibir reconocimiento y valor por parte de los demás. De todo esto ya hemos hablado.

El egoísta sano, cuando genera valor a los demás reconoce inmediatamente quién retribuye valor a cambio, qué personas corresponden cuando les dan, aportando también a quienes no. Lo que les proporciona una psicología especial y un conocimiento del medio del que los demás no son conscientes. Usan esa información para centrarse en las personas u organizaciones que repercuten en los beneficios. Y a las que no aportan nada, no corresponden, o lo mínimo posible, las bloquean socialmente por aprovecharse continuamente de los demás. Cuando son atacados por gente que siente envidia de sus cualidades con campañas de difamación, acoso, y ninguneo –vacío social-, lo que hacen es dominarlos o destruirlos, usando justicia social. En esta vida no nos andamos con tonterías. La vida no es una broma ni un juego. Sólo tenemos una vida, y no vamos a permitir que nadie nos agreda sin destruir la suya. Aquí diferenciamos entre agresiones intencionadas y accidentales o reactivas. Bien, es el mismo tema de toda esta parte. La gente finge que no se da cuenta, que fue sin querer, o que estaba furioso, y que no tenemos por qué devolverles el daño que nos hicieron. Que tenemos que callar y ser «buenos». Pues sintiéndolo mucho, los que no nos vamos a dar cuenta de lo que hacemos, que será sin querer, que estaremos furiosos, seremos nosotros. Y no tendrán que devolvernos el daño que les hacemos, porque será sin querer. Porque los que tienen que callar y ser «buenos», ellos. Y nosotros no somos lobos con piel de cordero, porque no estamos a vulnerar ninguna ley. Como mucho somos cordero, de eso a que menudo embisten con la cabeza a los demás «corderos». Justicia social legal.