Inicio › Foros › LITERATURA Y ENSAYO › CONTRA-ACOSO › 53. O les solucionamos o los perdemos
- Este debate tiene 0 respuestas, 1 mensaje y ha sido actualizado por última vez el hace 3 semanas, 6 días por Jason Aldrey.
-
AutorEntradas
-
Jason AldreySuperadministrador
53. O LES SOLUCIONAMOS O LOS PERDEMOS
[Persona que intentó ayudar a todo el mundo y le devolvieron palos, en lugar de ayudar sólo a las buenas personas]
«Mira lo que me han hecho, la gente es una desagradecida. A partir de ahora jamás haré nada por nadie, por muy buenos que sean. Son todos iguales».
Hay personas con necesidades y carencias. Están perdidos en una marea de confusión en la que no encuentran ningún punto de referencia. No pueden hacer nada de sus vidas. Tenemos que solucionar las necesidades de estas personas, para darles un cabo al que aferrarse y con el que salir a flote. Hay billones de personas vivas, y la mayoría están desorientadas. No podemos permitir la pérdida de semejante capital humano. Hay gente pasándolo mal ahí fuera. Empezando por nuestras personas próximas, si no les solucionamos, las perdemos.
La diferencia es que, si ayudas a una buena persona, con sentimientos, cooperadora, que participó y aportó cosas de sí, estás engrandeciendo a la sociedad. Pero si ayudas a personas malévolas, sin sentido de la justicia, que atacan y destruyen a la gente que no hizo nada, entonces estás destruyendo la sociedad. Es un gran dilema para la humanidad. Que, al haber tanta vileza, no ayudemos a la gente vil, y la dejamos pasar penurias pudiendo solucionarlo. Pero es que el peligro es muy grande. Si esa gente logra poder, luego irá en contra de la buena gente a dominarla y abusar de ella y, finalmente, vendrán a por nosotros.
El humanitarismo inocente e ignorante de la sociedad infantilizada que reclama dar todo a los pobres es un suicidio de la humanidad. En la pobreza hay mucha bondad y sufrimiento, sí, pero también hay mucha maldad. Porque el pobre es humilde porque se ve obligado a ser humilde. Pero en cuanto es rico y tiene poder, y se despierta su ambición, la mayor parte de las veces la humildad acabó, y tenemos la cruel realidad. Previo a proporcionar recursos humanos –excepto lo básico para seguir vivos-, hay que educar a las personas en valores y sentimientos. Y eso no lo hace una escuela. Eso lo hacen las religiones o las ideologías humanitarias. Sin un sistema educativo auténtico en esos aspectos humanos, esa sociedad será una manada rodeada de hienas. Lo cual no quita que la buena gente que haya dentro, que la hay, la podamos rescatar para nosotros.
-
AutorEntradas