58. SÍNDROME PYGMALIÓN NEGATIVO

[Persona excesivamente emocional y débil de carácter, incapaz de asumir y soportar que las personas que aprecia rivalicen con él o no lo quieran, y que padece una indefensión aprendida]

«A mi familia le molesta mi triunfo, si me caso, tengo familia, monto una empresa, acabo una carrera o me hago millonario. Porque quiere que me quede con ellos y les haga el trabajo, para que sean ellos los que alcancen esas cosas o que sea su sirviente. Y yo, como soy buena persona, voy a fracasar en mi vida para que ellos se sientan felices y no se celen de mi ni me envidien, y que me utilicen a su antojo».

En las familias también se compite, Se compite por el afecto y cariño, por la atención, por el dominio y por los recursos. Por eso, cuando algún miembro de la familia destaca de algún modo, se generan envidias en los otros miembros, porque se dan cuenta de que van a recibir menos atenciones que los demás. En estos casos, en ocasiones se produce una polarización en contra de la persona con cualidades. Este ataque puede fortalecer a la persona virtuosa en caso de rebelarse en contra de los envidiosos, o puede destruirla en el supuesto de retraerse, por decepción emocional o delusión, pudiendo llegar a tener el síndrome pygmalión negativo.

Este síndrome consiste en que una persona con cualidades enormes decide dejar de brillar, para ponerse al nivel de los demás miembros de la familia, con la finalidad de que no lo hostiguen y conservar el aprecio emocional de ellos. De este modo no encontramos con muchas personas en multitud de familias que podrían haber tenido un futuro brillante, pero que lo echaron a perder para agradar a la familia, que no se sintieran inferiores, o que no sintiesen envidia y le atacasen e hicieran persecuciones. Ninguna familia merece tal sacrificio más que la que formes tú propia. Compite. Y si alguien se cela o enoja es su problema.