Viendo 1 entrada (de un total de 1)
  • Autor
    Entradas
  • #7112 Responder
    Jason Aldrey
    Superadministrador

    MÓNICA

    Pasaron cinco meses después de eso y desde que viera a Nerón por última vez, no lo quería ver más. Era marzo de 2012, y recibo un mensaje de una desconocida llamada Mónica en mi perfil de una red social. Era una amiga de Nerón. Nos ponemos a hablar y me cuenta que le gusto por las cosas que escribo, que estoy muy loco, pero que todo tiene tanto sentido que da miedo del sentido que tiene y lo lógico que es. La chica también es una dotada, y espiritual, por lo menos de nacimiento. Me dice que no ve a Nerón desde octubre de 2011 y que vive en Palma de Mallorca. Me cuenta su vida, y yo le cuento la mía y comenzamos a hacer el tonto.

    Me dijo que quería venir a Coruña a conocerme, pero que tiene que hacer unos exámenes de homologación en la universidad de Oviedo, porque su titulación es centroamericana, así que si me puedo yo acercar a Oviedo. Compro el billete para Oviedo, pero ese día ella me dice que sigue manteniendo conversaciones con Nerón, que es un exligue de ella. Y a mí eso no me interesa. Así que cancelo el billete a Oviedo en la estación de autobuses. Pero la cosa es que en todo ese tiempo se estuvo hablando con Nerón. Y Nerón pensaba que le estaba robando un exligue. Me es lo mismo, yo de ese chico no quiero saber nada. Si mi relación con él ya estaba muerta, ahora mismo más. Porque resulta que Mónica era espiritual. Y Nerón la conociera en la web de parejas de internet el día que se lo dijera yo en Bitácora en Santa Cristina. Buscó detalles espirituales expresos que yo le dijera y localizó a la chica en un perfil de Galicia porque había vivido aquí. Así que Nerón, que no tenía sentido del gusto ni de la dignidad, que no tenía creencias espirituales más que las que le enseñé yo en veinte años. En lugar de acostarse con mujeres liberales, que son las que le gustan, lo que hacía era investigar mis gustos, y dedicarse a buscarlas, contarles historias y frases trascendentes que aprendía de mí y de los libros que yo le regalaba, las seducía con mentiras, y se liaba con ellas. Tenía ganas de despedazarlo como en una película gore, darle sus trozos de comer a una piara de cerdos, y la carne de eses cerdos dársela a comer a su familia. De verdad.

    Y como él habría tantos que estaban estropeándolo todo y haciéndome la vida difícil a mí y a hombres como yo. No lo podía soportar. Si ya no lo podía ni ver, ahora me daba asco. Ese individuo estaba usurpando mi personalidad, apropiándose de mis gustos como ya hiciera una vez Calígula. ¿Qué pasa que todo el mundo quiere apropiarse de mi vida? ¿Es que no tienen vida propia? Y hasta empecé a pensar si ese Nerón no se estará convirtiendo en otro homosexual, y terminar siéndole indiferente un agujero que otro. Es una situación delirante. Cada vez me daba más pánico tener amigos. Terminaré siendo amigofóbico.

Viendo 1 entrada (de un total de 1)
Respuesta a: 65. Mónica
Tu información: