80. ILEGALIDADES DE LAS AUTORIDADES

[A las personas las tenemos que imaginar como a mendigos. Si como mendigos continúan siendo personas valiosas, son personas valiosas. Si como mendigos, desposeídas de todas sus ropas lujosas, estética, posesiones y símbolos de poder, pierden todo su valor como persona, entonces son unos Don Nadie]

«Todas las autoridades del mundo nacieron de la pata del Cid Campeador –qué buen vasallo si hubiese buen rey-, y son nobles, santos, sagrados y angelicales. Jamás se les ocurriría abusar de su autoridad o cometer una ilegalidad porque son perfectos. ¡Ag, me duele hasta pensar sólo en esa posibilidad tan asquerosa! ¡Ag, no, imposible! ¡Ag, pongo mi mano en el fuego!».

Nuestros líderes, autoridades, gobernantes, mánagers, directivos, maestros también se saltan las leyes. Con frecuencia ocultan los reglamentos del conocimiento público para que la gente no sepa ni pueda demostrar sus infracciones. Si consideran oportuno modificar esas legislaciones y normativas para legitimar actuaciones desleales e interesadas, lo hacen. Quien regula las normas del juego lo hace por su propio interés, no sólo para el interés general. Interfieren con el funcionamiento de los órganos de control, negando o disuadiendo del acceso a la justicia a los que se enfrentan a ellos. Su estatus de autoridad intimida, porque atacan de verdad, debido a su influencia sobre tanta gente, poder que movilizan para estrangular el progreso de cualquier persona u organización que se ponga por delante. Y como no dudan en hacerlo, nosotros tampoco.