90. INTERNET

[En cada momento, a cada cosa que hacemos nos están observando o escuchando. Mucho más en internet, donde todo lo que hacemos queda grabado y se utiliza para elaborar nuestra huella digital con la que se nos reconoce en cualquier lugar del mundo]

«Voy a contar mi vida y la de todos en internet. Porque delante del ordenador sólo estoy yo. No veo a nadie mirando».

La red de redes, internet, registra todo tipo de información sobre nosotros. La llamada huella digital, consiste en nuestros patrones de conducta en la red. A través de esos patrones y características de comportamiento pueden identificarnos en cualquier parte del mundo, aunque nos conectemos anónimamente. Nuestro perfil de comportamiento nos delata. El control es elevado. Pueden evaluar nuestro impacto social, medir qué factores son nuestro punto fuerte. Averiguan las relaciones que están vinculadas con nuestra personalidad y carácter, desde libros, o música, etcétera. Así localizan personas con comportamientos semejantes a los nuestros. Pueden potenciar o inhibir determinados conocimientos en la sociedad para generar personalidades como la nuestras, o bien evitar que haya más con nuestras características, según intereses ideológicos, políticos, comerciales, religiosos, sociológicos, incluso personales, etcétera. Internet está destinado a convertirse en la mente global, y nosotros en sus neuronas procesando la información. El control que se ejerce sobre nosotros depende de la calidad individual de los miembros que componen la sociedad global. De la madurez de criterio depende el futuro y libertad de nuestra sociedad. Y madurez es buscar el beneficio propio y el de la gente de bien.

Cosas como saltar la contraseña de una cuenta de email, o entrar en la red inalámbrica de un ordenador, es fácil de hacer con el programa adecuado que está al alcance de casi cualquiera. Nuestra vida personal está expuesta al acceso de personas interesadas. Porque sólo gente interesada en nosotros se va a interesar en espiarnos. Gente que nos conoce, gente de nuestro entorno. Nuestros principales espías son familia, amistades, compañeros de trabajo, superiores y conocidos. De entre ellos sales los más interesados en perjudicarnos. Porque tienen interés en nosotros, nos conocen.