93. ALTAS ESFERAS

[La gente importante no llegó donde llegó por comportarse como una ONG]

«Seguro que la gente importante es muy bondadosa. Y llegaron a la cima por ser buenas personas y ayudarse las unas a las otras. Seguro que si me relaciono con ellos me ayudarán y solucionarán mi vida para siempre, porque son muy buenos».

Las élites son competitivas hasta con su pareja y familias, independientemente del afecto que se tengan, no se dejan manipular por nadie. Suelen escoger la gente con la que tratan, en lugar de tratar con quienes les coincide por casualidad. Seleccionan su círculo de relaciones. Hay quien se ofende por esto y hay quien se siente abandonado. Eligen dedicarle su tiempo a la gente amorosa e inteligente, y no a las personas insoportables e irracionales encontradas por azar. Es evidente. Lo mismo en los demás aspectos. La familia sigue siendo la familia si fue una buena familia. Pero si no lo fue no hay gran cosa que perder, salvo el vínculo de sangre, que eso también cuenta. Las personas de nuestra sangre llevan parte de nosotros en su interior. La familia siempre es familia. No tenemos por qué relacionarnos con ellos, pero sí que hay que mirar por ellos. Y aun así competimos con ellos, haciéndonos jugadas los unos a los otros.

Las élites se rodean de los mejores y evolucionan con ellos. Hay personas millonarias no en dinero, sino en evolución personal. Eso es posible cuando te rodeas de personas con cualidades. El capital humano se dispara haciendo cosas que los demás creen imposibles. Su valor es tan elevado que tienen que viajar en una caja fuerte, coche blindado con escolta.

El peligro de las élites son los que tienen estatus como ellos, conflicto con otras élites. Una guerra entre personajes de la sociedad arrastra tras de sí montones de consecuencias y adhesiones. Puede desembocar en una guerra. Cosa frecuente en la antigüedad –ahora también, con guerras veladas-. Recordad las cosas que son propias de un rey. Esta gente se lo toma literalmente.