98. AGRESIVIDAD INTELECTUAL

[Persona pragmática que sólo cree en lo conocido y establecido, y no en el cambio y progreso del conocimiento]

«¡Habló de cosas que no concibo en mi mente! Dijo que La Tierra era redonda y daba vueltas. ¿Cómo puede dejarse libre a semejante criminal? Ahora tengo pesadillas por la noche pensando que puedo salir volando por los aires».

Se trata de agresividad intelectual, no de agresividad física o emocional. La agresividad intelectual consiste en romper los esquemas de la realidad a los demás. Yendo más allá de los límites socialmente correctos e incorrectos. Llevar el conocimiento a sus extremos y límites. Esta forma de actuar es necesaria para destruir estructuras oxidadas de pensamiento, normas y creencias que no se corresponden en sus previsiones, con la realidad.

A las personas con ideologías o dogmáticas, sin inquietud por los puntos de vista ajenos, hay que sacarlas de su espiral descendente de fanatismo y obsesión. Sólo es posible destruyendo sus estructuras cognitivas. No para destruirlos como personas, sino para hacerles ver que existen otras percepciones de la realidad, otras actitudes y patrones de conducta más deseables de afrontar la vida que su limitada interpretación individual de la realidad. Es un escalón en la comprensión del universo que nos rodea, superándolo, ampliándolo y perfeccionándolo continuamente. Destruyendo nuestra propia realidad y reconstruyéndola de nuevo cambiando las piezas de lugar e introduciendo piezas nuevas.

Por ejemplo, Gandhi era pacifista en sus actos. Y sin embargo puso a las masas hindús enfrente de las limitadas tropas británicas desafiando su ley. Cogió un puñado de sal, y todo el pueblo se echó encima de la sal, rompiendo con el monopolio de ese producto. Lo que no se da cuenta la gente es que generó una situación de tensión en la que, si los británicos disparaban al pueblo, el pueblo se les echaría encima pues los desbordaban en número. Gandhi provocó esta amenaza velada al ejército, los británicos se echaron para atrás, y la India se liberó del colonialismo. Gandhi ostenta el premio Nobel de la Paz por lo incruento de su acto liberador, porque su actitud era pacífica sin derramar sangre. Pero intelectual y espiritualmente su actitud fue completamente agresiva y violenta, muy calculada, manipulando a la sociedad de una de las naciones más grandes del mundo. Visiones alternativas de la realidad como esta perturban a las personas conceptualmente inmovilistas. A las que progresan y evolucionan, no les supone nada nuevo. Pero el conflicto social por la visión de una realidad, en la que un premio Nobel de la Paz, resulta ser agresivo intelectualmente, está ahí.