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- Este debate tiene 3 respuestas, 3 mensajes y ha sido actualizado por última vez el hace 3 días, 18 horas por Begoña Sendón Pazos.
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Jason AldreySuperadministrador
La gente inocente se siente incómoda tratando con personas que han perdido la inocencia.
La gente inocente vive en su burbuja de realidad, en sus sueños, sus fantasías y aspiraciones, en un entorno familiar y social que les arropa y envuelve y en el que se sienten seguros y protegidos, y desconocedores de lo que hay fuera de esa burbuja. Tanto es así, que su mente es incapaz de concebir la realidad externa a su burbuja, es incapaz de pensarla o imaginarla, porque al no tener ninguna referencia en su realidad su mente es incapaz de albergan un concepto así. Por lo tanto, cuando se enfrentan a cosas fuera de su experiencia, no lo entienden, se asombran, se frustran, preguntan «Cómo es posible eso?», «Cómo alguien es capaz de hacer algo así?», y cosas semejantes, porque no entienden realidades ajenas a las suyas.
Esa incomprensión les hace tener odio, desprecio, rechazo, ira y furia en contra de todo lo que no entienden y queda fuera del alcance de su mente. Es esa parte mayoritaria de la sociedad que tiene prejuicios en contra de las minorías o los pensamientos, actitudes y estilos de vida alternativos a los suyos.
Por el contrario, la gente que ya no es inocente ha despertado. Se da cuenta de otras realidades, indaga en ellas, intenta comprenderlas, entenderlas, conocerlas, en ocasiones experimentarlas, y con frecuencia aceptarlas como parte de la sociedad y de la vida. Pero estos despiertos que han perdido su inocencia también conocen la maldad del mundo, se enfrentan a ella, y desconfían de todo y todos, pues saben que incluso entre los inocentes hay malicia dormida y encubierta.
Esa desconfianza resulta incómoda para los inocentes, que sienten frialdad, suspicacia, distanciamiento y falta de adhesión y entrega en esas personas, y ellos mismos desconfían de ellos. Pueden llegar incluso a temerles y tener ideas delirantes de enemistad u oposición con ellos, que les afecta emocionalmente. Entre la gente inocente y los despiertos, el trato conduce a un enfrentamiento y desestabilización emocional muchas veces. Por ello los despiertos procuran mantenerse alejados de la gente dormida. Se recluyen en sus guetos sociales o de clase, o de subcultura, o profesional, y evitan relacionarse con ellos. Y si lo hacen siempre es desde una postura distante y en un nivel de aparente superioridad moral. Porque el despierto sabe y se da cuenta de cosas que el inocente ni siquiera es capaz de percibir, ni de sí mismo ni de los demás ni del entorno y circunstancias que le rodean y en las que se ve envuelto.
Y cuando un inocente despierta, puede ser un gran caos. Si lo hace mediante el aprendizaje personal paulatino y acompañado de guías lo asimila perfectamente. Pero si lo hace a base de conflictos y encontronazos con personas de realidades hostiles, la ruptura brusca de su concepto de la realidad puede afectarle de forma vital, hasta el punto de poder desequilibrarlo por completo, debido a su incapacidad de comprensión al no tener referentes. Esto hace que los que aprenden a base de palos sufran de modo tortuoso de su despertar y queden dañados de por vida. Y los despiertos no pueden hacer casi nada, porque si intentan informales de la realidad lo más probable es que los dormidos se revuelvan negando esa realidad diciendo que eso no es posible, que el mundo no puede ser así y que su vida y concepto de vida no puede desmoronarse de esa manera. Así que lo único que se puede hacer es realizar un acompañamiento a esas personas para amortiguar los efectos que su despertar genera en ella.
El despertar consciente fortalece y te muestra la verdadera visión de la vida. El despertar brusco, puede destruirte, y si sobrevives puede hacerte perder todo lo que edificaste a lo largo de tu vida.
José GómezParticipanteSi, pero piensa que los jóvenes deben criarse en la inocencia. Eso hace que desarrollen una forma positiva saludable de comportamiento en la sociedad, creyendo que todo es bueno y bonito. Les hace sentir que el mundo es amigable y les motiva a lograr cosas. Esa fantasía de paraíso les mantiene elevado su nivel energético y la larga hace que sean más positivos y alcancen metas más ambiciosas. Favorece las relaciones sociales entre ellos, claro que a medida que creciendo se relacionan con menos personas, o no de una forma abierta. Es natural, velan por sus intereses frente a los de los demás. Tienen que competir los unos con los otros por sus puestos de trabajo, por las parejas que les gustan, por un nivel económico y de bienestar, por su familia, por el futuro de su familia, es normal que se vuelvan más egoístas y en ese sentido sí que despiertan. Viene a ser como una guerra por la supervivencia de unos contra otros, con unos aliados contra los aliados de los demás. Es la competitividad social. Algunos quieren quedarse en la cima, a otros les llega con ser el esbirro del que está en la cima. Cada cual con sus ambiciones y con lo que le aguante su estómago. Así que sí, la astucia y la malicia (que no la maldad), están irremediablemente ligado al concepto natural de la humanidad. Y la única forma de desligarse de esa malicia, es no competir, esto es, renunciando a todo y dedicándose a servir a todos. Pero eso sólo lo hacían algunos santos, monjes, maestros espirituales, ermitaños, o algunos sigma… personas así. Y sí, supongo que en estas personas la bondad debe ser auténtica y genuina, porque no compiten, no tienen afán por vencer a nadie. Sólo de apoyar y guiar. La gente en gran parte va despertando a base de envenenarse al darse cuenta de que ellos mismos tienen que ser ruines y astutos para sobrevivir. ¿Pero es ruin ser humano? ¿Acaso las características humanas no son también propias de todos los seres humanos independientemente de sus deseos y creencias? ¿Quién les puede culpar de ser seres vivos y humanos? Esas cosas las vamos descubriendo desde que somos niños, el concepto de bien y mal. Y algunos son muy conscientes de su maldad, y otros apenas son conscientes por nobleza de espíritu y se llevan un batacazo de mayores cuando se dan cuenta de que la gente puede ser maliciosa con intencionalidad, algo que, como tú decías, no eran capaces de concebir. Sí, hay gente de ambos tipos. Pienso que no se debe criar a los niños en la ignorancia de la realidad. A los niños hay que enseñarles que hay cosas buenas y malas y que hay gente que hacen cosas buenas y cosas malas, y que ellos mismos hacen cosas buenas y malas a veces, y que en ocasiones por mucho que quieran hacerlas buenas no van a ser capaces, porque no son Dios. Pero sí, esa gente dormida, que se enfrenta contra alguien que le dice tres o cuatro verdades le dirá: «¡Aléjate de mí, Lucifer!». 😀
José GómezParticipantePara el que no sepa lo que es un sigma, y demás fauna.
Begoña Sendón PazosModeradorMuy interesante esta clasificación del carácter de las personas y sus comportamientos,me encanta. Aunque los de más abajo de la pirámide no creo que reconociesen que lo son.Referente a tu análisis anterior sobre la inocencia los jóvenes se crianen que todo es bonito y la gente es buena se van a llevar unos palos tremendos porque no es así.Hay gente muy mala que si te puede pisar lo va a hacer y eso puede llegar a hundirlos.Cuanto antes sepan lo que hay es mejor para ellos.
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