VISIÓN

En eso días padecí un subidón de emoción, un estado exaltado de conciencia fruto de mi felicidad, en el que mi inteligencia se disparó y se volvió más simbólica y menos concreta. Tuve una visión que duró tres días, que pasé vagabundeando asombrado por lo que estaba percibiendo. No sabía lo que me sucedía. Desesperado me marché a la calle y me puse a pasear por la ciudad. Estaba feliz. No quería parar por casa por miedo a dormirme y que acabase, y que la gente conocida se diese cuenta de las cosas que estaba percibiendo, de las visiones que tenía delante de mí. Sólo iba a casa a recoger algo de comida y descansar dos o tres horas. Y así me pasé tres días en la calle, paseando, asombrado, descubriendo cosas, hasta que el tercer día el miedo me jugó una mala pasada. Llegué tan lejos en mi visión que me entró el pánico de lo que mediera cuenta, y de que alguien iba a impedir que enseñara a la gente las grandezas que descubriera. Y me puse paranoico. Pensaba que alguien oscuro me iba a hacer daño. Que se dieran cuenta de lo que estaba haciendo, porque veían mi comportamiento y actitud de felicidad y asombro. Y yo notaba que algo sucedía, pero no sabía lo qué. La visión terminó, y desperté a la realidad en la calle, cansado, sin dormir en tres días. Alguien me seguía.

• Este debate fue modificado hace 4 semanas por Jason Aldrey.